Lia Viridiana Domínguez (México) [Cuerpa, Composición en movimiento]

Mi trabajo se ubica en la frontera entre las artes visuales y la danza/escena. Mi cuerpa recorre el espacio, dibujando continuamente, registrando el movimiento y el paso del tiempo, explorando sus dimensiones, la presencia escénica de la cuerpa y su proyección a través del movimiento en el espacio, con temas que reflejan el entorno, la tecnología y la ritualidad son el eje de mis proyectos, los cuales desarrollo principalmente en performance, dibujo, danza, instalaciones y video. Me interesa el cruce de disciplinas artísticas junto con saberes científicos, rituales y sociales que aporten a mi creación. (Conoce mas sobre ella)

Conceptos de la obra de Lía Domínguez, México.
Para la V Bienal Internacional de Arte “Desde aquí” Colombia 2020

Las piezas que he trabajado en esta propuestas (Yóllotl y pasión), tratando de unir el cuerpo donde uso la palabra cuerpa como una postura ideológica y política. Cada cosmovisión tiene su idea y vivencia del cuerpo/cuerpa. La historia de los hombres y las mujeres, de lo femenino y masculino se entrelazan pero son muy diferentes entre unas y otras, se ha escrito desde un lugar únicamente: la perspectiva masculina hegemónica y europeizante fortalecida en el patriarcado a través de la historia, se ha dejado de lado la forma y perspectiva de las mujeres y las feminidades, de ahí que últimamente se busque la historia desde lo femenino, que tiene mucho que decir y proponer.

El lenguaje “nombra”, y al nombrarlo se le da existencia, en tanto que lo que se usa como generalidad es masculino, negando lo femenino, al cambiar una letra a priori de cuerpo a cuerpa pretendo darle sentido al trabajo que he hecho durante 30 años aproximadamente y deriva en la habilidad de reconocer a cuerpa como mi único territorio real, a habitarlo, proponiendo una postura política, social y artística.

En la cosmovisión náhuatl a través de yóllotl se puede ver una cultura que conectaba los procesos interiores de cuerpa/cuerpo al exterior, la tierra que sacrifica corazones humanos al sol que irradia luz, calor y vida para un perpetuo movimiento –ollin– manifestado en danza como un performance, rito de un continuo dibujo a través de su desplazamiento marcado por la gráfica, la mancha con tinta y frutas, productos de la tierra, que sangran y se ofrendan en ciclo vital, pues en la naturaleza la muerte engendra vida y viceversa. La búsqueda de una raíz en mi lugar de nacimiento y que dio origen al tema poético de corazón encarnado, corporizado en las acciones y manifestado por medio de cuerpa, cuya proyección en imagen a través de las tecnologías, intermediarias cámaras–ojo y los dispositivos móviles para las pantallas de un público detrás en una existencia aparente y no real de la virtualidad colocada en medio de lo real y lo imaginario, entre lo ancestral e innovador, material e inmaterial, entorno y retorno, con un ir y venir cual sístole diástole, que coloca al performance como plataforma de un discurso tanto ritual como tecnológico y que remite a lo femenino como una constante referencia y reflexión diferenciándose de lo masculino. Arte contemporáneo ritual para inspirar la libertad a través de cuerpa que en sí misma resume sincretismos, hibridaciones, conquistas pérdidas y luchas continuas para tener voz e inspirar a una búsqueda del mí misma a través de las/os otros, espejos de la realidad.